sinopsis:
Jane y Cathy son dos jóvenes inglesas que han decidido pasar sus vacaciones recorriendo en bicicleta el interior de Francia. En realidad la idea ha sido de Jane, ya que Cathy hubiese preferido disfrutar el verano en alguna playa del sur, tomando el sol y conociendo chicos. Como es natural, la discrepancia termina desembocando en una discusión cuando se encuentran justo en medio de ningún sitio. Tras haberse dicho de todo, Jane se marcha y Cathy se queda descansando junto a la carretera, a la sombra de unos árboles, quizás pensando en volver al último pueblo que han atravesado para flirtear con un joven francés al que ha echado el ojo unos minutos antes...
Tras haberse alejado unos kilómetros, Jane se siente culpable; así que decide volver a buscar a su compañera y hacer las paces. Pero cuando regresa al sitio donde había dejado a Cathy, ella ya no está allí…
Ficha Técnica
Comentario
Corría el año 1978 cuando en la tele, la única que entonces había en España (TVE, of course), vi una película titulada De Repente La Oscuridad. La cinta me causó tal impresión que, aunque no volví a verla nunca más, se quedó grabada en mi memoria de una forma casi fotográfica.
Bueh... Pues hete aquí que hace ya casi un año descubrí que el film estaba colgado en la mula (gracias a esa excelente página llamada Cine-Clásico). Así que me puse a descargarla, sin poder evitar una sensación extraña... una mezcla de curiosidad, alegría y nerviosismo. Y, sobre todo, un montón de dudas. Al fin y al cabo, cuando vi la película yo era un crío de 12 años, fácilmente impresionable como todos los chavales de esa edad. Y treinta años son muchos años... Quizás la película no resistía una revisión; quizás la memoria deformaba el recuerdo. Al fin y al cabo, me ha pasado más veces (aunque menos de las que podría parecer, jejeje).
Pero no, mes amis. Al volver a ver la peli sentí las mismas sensaciones que en 1978. La impresión, la fascinación, seguían siendo las mismas. El disfrute y la eficacia estaban ahí. La cinta continuaba siendo un peliculón como la copa de un pino. El crío de 12 años que yo fui no se había equivocado, vaya...
Y, curiosamente, pude comprobar que todo, desde el título hasta el argumento, pasando por la estética y la atmósfera, era tal y como yo lo recordaba... Como si, en lugar de pasar 32 años, sólo hubiesen pasado 32 días.
Bien es verdad que treinta años después soy bastante más viejo, sé algunas cosas más (pocas... y para colmo he olvidado otras) y tengo más puntos de apoyo y comparación. Pero eso, en lugar de perjudicar el visionado, no ha hecho sino acrecentar mi satisfacción después de haberla visto otra vez. Vamos... comohaydiós.
Sirva esto, sobre todo, para que quede claro (por si había dudas) que al hablar de la película no voy a ser objetivo ni ecuánime. Para variar, jejeje...
¡¡Diosss!! ¡¡Es que de verdad que me encanta esta cinta!! Me tiene locamente enamorado. Treinta y dos años después he vuelto a recuperar uno de esos enamoramientos preadolescentes tan hermoso, fresco y rozagante como el primer día. Eso sí, con la diferencia de que ahora “puedo pasar a mayores” (ejem). Verdaderamente, Dios existe, mes amis...
Y no es complejo de Piterpán, ni pitos ni gaitas, maeses... Todavía no he llegado a esos extremos. Es, simplemente, que he vuelto a encontrarme con una película maravillosa.
Porque de eso se trata, en realidad. No de mis chifladuras grafómanas, sino de la obra en sí. La peli, se mire por donde se mire, es una absoluta delicia, una de esas joyas perdidas y semiolvidadas del cine británico de finales de los 60’s y principios de los 70’s.
A medio camino entre el terror y el thriller “hitchcokiano” (joer con el palabro!! Casi duele) fue, que yo sepa, la primera película firmada por el director Robert Fuest, famoso entre los aficionados, sobre todo, por su díptico del Dr. Phibes (aunque no fueron ésa las únicas películas que dedicó al género. Suya es, también, esa rarísima y más que estimable cinta titulada The Devil’s Rain… O la también reivindicable The Final Programme).
Pero a fe mía que casi prefiero esta cinta a las que le dieron fama (y eso que me gustan muchísimo, que conste). Porque And Soon The Darkness no parece la obra de un director primerizo (cosa que, en puridad, tampoco era... Ahí están varios episodios televisivos de esa maravilla pop titulada Los Vengadores para dejarlo claro), ni mucho menos, sino la de un veterano con pulso y oficio. La película, de hecho, está realizada con una sobriedad y elegancia verdaderamente ejemplares. Sin manierismos, sin alardes, sin lugares comunes, todo en ella es económico (en el mejor sentido de la palabra... el que usan las abuelas): los medios, el argumento, el discurso narrativo, los diálogos, los elementos visuales, incluso los sustos... No se desperdicia nada, nada se usa mal. Todo lo que aquí se maneja se hace con la habilidad necesaria y en la medida adecuada. Todo perfecto, ajustado, impecable, intachable. Absolutamente efectivo.
La acción se desarrolla en un espacio y un tiempo verdaderamente limitados: unos pocos kilómetros de carretera en el interior de Francia y apenas unas horas de un día de verano (la historia arranca por la mañana y termina cuando empieza a anochecer). Además, hay pocos personajes y lo que nos cuenta es realmente simple. Pero Fuest consigue, con esos escasísimos elementos, crear una película tremenda, llena de tensión y de angustia, agobiante, inquietante, opresiva, casi casi claustrofóbica a pesar de desarrollarse a campo abierto; y verdaderamente siniestra (y eso que, insisto, todo trascurre a plena luz del día... De una jornada de verano especialmente dorada y luminosa, además). ¿Cómo lo consigue? Con pulso y oficio, vivediós. Manejando a los personajes y a las situaciones magistralmente, conteniendo cualquier tentación tremendista, insinuando, despistando, confundiéndonos y llevándonos al sitio que él quiere... Y sin esfuerzo aparente, además. Economizando medios y discurso. Creando una auténtica maravilla.
Esa Francia interior y rural atravesada por carreteras comarcales, con campos de maíz dorados bordeando las cunetas, bosquecillos umbríos y casi domésticos y pequeños pueblos en los que apenas hay cuatro viejos sentados en la terraza de un cafetín mientras toman su pastís termina convertida en un escenario terrible, amenazador, absolutamente hostil para Jane, la turista británica interpretada por Pamela Franklin. El joven francés que dice llamarse Paul Salmont y que parece una mezcla de Jean Paul Belmondo y Serge Gainsbourg puede pasar, en un segundo, de ser una ayuda a una amenaza terrible. Los lugareños tan pronto se muestran amables como dan la impresión de ocultar algo... Todo es más de lo que parece, incluso lo contrario de lo que aparenta... Todo esconde una cara oscura y extraña... Todo termina siendo inquietante y desasosegador...
A eso ayuda muchísimo un detalle. La película, evidentemente, es británica… y por tanto su idioma original es el inglés. Pero la acción transcurre, como ya he dicho, en el interior de Francia, en una zona rural, alejada de los circuitos turísticos. Para colmo, el personaje que interpreta Pamela Franklin, Jane, apenas sabe hablar francés… Y, como no podía ser menos, la inmensa mayoría de los lugareños no tienen ni idea de la lengua de Shakespeare. Bueh… pues ya he dicho que éste es un detalle muy importante: Porque Fuest juega muchísimo con eso, lo aprovecha para crear tensión y ponernos nerviosos. Él cuenta con que el espectador british tampoco entiende el francés (y nosotros ya ni te cuento… ejem). Sobra decir que si la película estuviese doblada, el audio español tendría que respetar escrupulosamente esa característica, dejando los diálogos y frases en gabacho tal cual están (creo recordar que así era en la versión televisiva que vi en 1978). De esa forma, somos plenamente conscientes de que la joven no puede comunicarse correctamente con los paisanos y, lo que es peor, no puede entender lo que le dicen... Capta palabras sueltas en conversaciones, las descontextualiza, las confunde... Y el resultado es que su angustia y ansiedad crecen (la suya y la nuestra, of course); cada vez se siente menos segura, más aislada, más expuesta, más vulnerable.
Pamela Franklin, por supuesto, está formidable. Y muy guapa, además… Verdaderamente, ese peinado un medio yeyé que lleva y los minishorts que viste (así les decían entonces) la favorecen, ejem… Y ése, el de la estética, es otro punto que quería tocar, pero muy por encima.
La peli es de 1970 y, desde un punto de vista visual, icónico, sigue manteniendo un pie en los recién acabados 60’s (como les pasa a casi todas las pelis de ese año en concreto). Y eso, mes amis, hace que la película me resulte ya absolutamente irresistible (ya conocen voacés mi enfermiza sesentofilia). Y, cuidado, que con lo limitado del escenario, del tiempo y de los actores, casi es difícil creer que ese aire pop pueda apreciarse. Pero es que, mes amis, Cathy y Jane parecen dos chicas británicas recién salidas de una postal en colores del verano de 1969 (sobre todo Jane). Y el ambiguo Paul Salmont no necesita más que lucir su traje con raya, entallado, a bordo de su ciclomotor y ponerse sus gafas de sol para parecer el cruce perfecto entre Jean Paul Belmondo y Serge Gainsbourg (hay un momento, al principio de la peli, en la que Cathy, al verlo, murmura: “Definitivamente, es francés… Tiene esa pinta…”. Yo lo he traducido más o menos así, pero tendría que haber traicionado un poco más las frases exactas para captar mejor el sentido escibiendo algo como “Verdaderamente es francés… No podría ser otra cosa… Es tal y como los imaginamos”). Je, y eso que el actor se llama Sandor Eles (uséase, que debe ser de origen húngaro…. Como Sarkozy, jejejeje).
Coñe, es que hasta la música es perfecta. En realidad sólo hay dos leit motivs… Una especie de musiquilla pop con toques de yeyé francés (ese pseudo-twang tan “continental”) que suena al principio y al final y, ocasionalmente, cuando hay alguna radio puesta; y la música de los momentos de tensión… apenas dos, tres notas muy bien elegidas. Nada más. Y, por supuesto, sin abusar. No suena demasiada música en esta película. Cuatro apuntes de vez en cuando y vale… Silencio, soledad, las cigarras cantando entre la yerba, junto a la carretera… Simplemente perfecto.
Bueh… Y ya vale, que me estoy pasando. Y tanto halago y tanta gaita hiperbólica puede ser contraproducente (y volverse en contra de la peli… Ya saben voacés… Puede crear expectativas que luego resulten exageradas a juicio de alguna de vuesa mercedes). Pero es que no lo puedo evitar. Ya lo he dicho al principio. Recuperar esta película (que no había vuelto a ver desde un lejano 1978 tan veraniego, dorado y azul como el paisaje que aparece en la peli) ha sido como volver a encontrarte con aquella chica de la que estabas perdidamente enamorado a los catorce, quince, dieciséis años… Aquella rubia que nunca te hizo caso, que tal vez ni se enteró de que existías. Pero ahora la tienes otra vez, ahí delante. Y esta vez sí te va a hacer caso. Esta vez hasta vas a poder darle un mordisco en ese sitio que tantas ganas tenías de mordisquear (siempre que se deje, claro está, ejem).
Pues eso, entiéndanme, discúlpenme vuesas mercedes. Pónganse en mi lugar. Y disfruten de la peli.
Como ya he comentado, está bajada de la mula (gracias a un link de esa maravillosa página que se llama Cine-Clásico). Tiene una calidad de imagen muy buena, como DVDRip que es. Los subs los he hecho yo a medias con maese Lord Of Bedlam. La historia de su génesis es muy curiosa. Inicialmente encontramos un archivo .srt con subtítulos en húngaro (lo de la Magyar Connection es recurrente en este post. Sandor Seles, Sarkozy y ahora los subs, jejeje) perfectamente sincronizados. Aproveché la plantilla para ir traduciendo “de oído”, pero la cosa me resultó más complicadilla de lo que al principio pensé. Gracias a maese Sims (un amigo argentino de aquella página. Y de algunas otras) conseguimos pulir algunos diálogos y escuchar, por fin, lo que había que escuchar. Como en casos anteriores, asumo mi responsabilidad por el crimen de traición, aunque, en mi descargo, he de señalar que hemos sacrificado la literalidad en aras de la comprensión y, sobre todo, del más absoluto respeto por ese bien superior que es el sentido original. Ejem.
Pues eso, denle vuesas mercedes las gracias también a Maese Sims/Lord Of Bedlam porque su contribución ha sido muy importante. Definitiva.
Como siempre, la he cortado con File Splitter & Joiner. Y esta vez he conseguido subirla no sólo a Rapidshare sino, también, a Megaupload (se ha dejado).
Y nada más, mes amis… Insistir una vez más en que, de verdad, es una película fabulosa. Espero que la disfruten voacés tanto como yo (con que sea la mitad, me doy por satisfecho… Al fin y al cabo, el que estaba enamorado de ella desde los doce añicos es este pobre Sargento/Ente Dilucidado… Sólo faltaba que, encima, ahora terminase yéndose con vuesas mercedes).
Links descarga
(Rapidshare)
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Subts.
http://rapidshare.com/files/338374090/And_Soon_The_Darkness_by_Sgt_Howie.srt
(Megaupload)
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Subs.
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15 comentarios:
me la vendiste, me la llevo también, gracias!
GRACIAS !!
Remake http://www.youtube.com/watch?v=oGTlPvelKnM&feature=player_embedded
En la remake las chicas son de USA y están de turistas aquí en Argentina.
Seguramente las atraparon en un piquete o una marcha de protesta, que aquí tenemos muchas y todos los dias... jajaja...
Muy buen film, muchas gracias!
El remake no le he visto, pero sí sé que está ambientando en Argentina y que las mozas son yanquis.
La verdad es que no espero nada bueno de él. En primer lugar porque el 99% (si no la totalidad) de los remakes de viejas (y no tan viejas) pelis son infinitamente peores que las originales.
Y en segundo lugar porque una de las bazas de la película, uno de los elementos que ayuda a crear tensión, agobio, angustia, es el desconocimiento que la protagonista tiene del idioma de los lugareños. Y, con ella, nosotros (porque nosotros, evidentemente, vemos la peli a través de la chica protagonista). En And Soon The Darkness (la original, la de 1970) los paisanos hablan francés. En el remake la pobre chica perdida y aislada sigue encontrándose en un país extranjero y supongo que tampoco conocerá el idioma...
¡¡Pero el problema es que nosotros sí!!
Totalmente de acuerdo con el comentario de El Ente. Es una de mis películas favoritas desde aquel lejano 19 de noviembre de 1978 en que la emitieron en el espacio Filmoteca TV (Un domingo noche y con el título de: "Y de repente, la oscuridad")
Es un film modélico en su estilo sobrio, sutil y contenido, y sin embargo no deja de ser inquietante y angustioso como el que más.
Yo si la he vuelto a ver unas cuantas veces desde entonces, y cada vez me gusta más. Esto es lo que yo llamo una joya del género.
Lo de que fue en Noviembre ya me lo habían comentado, maese. ¿Y yo que hubiese jurado que era verano...?
Lo de que era domingo sí que lo recuerdo. Diosss...
En serio que lo cuento es verdad. No volví a verla desde aquel lejanísimo 1978 hasta finales de 2009. Y cuando lo hice (volver a verla, digo) estaba hasta nervioso.
Pero, porjúpiter, que me volvió a gustar tanto como entonces. Más todavía.
Lo mejor de esas cosas no es reencontrate con tu niñez/preadolescencia. Ni siquiera volver a disfrutar de cosas que casi habías olvidado. No.
Lo mejor es darte cuenta de que el crío que fuiste alguna vez tenía razón (¡¡Tenía razón!!). Que sigues siendo el mismo, graciasadiós.
No que entonces eras como ahora, no... Sino más bien que ahora sigues siendo el crío de doce años.
No sé si me explico bien...
Yo es que con esta peli (y con algunas más, ejem) no soy imparcial. Me aturullo.
También me pasa con algunos discos. Algunos libros.
A veces, con algunas chicas que pasan por la calle...
"El carácter de un hombre es su destino"
Gracias Ente, se v einteresante. De acuerdo con la parcialidad estimado, tenemos que tomar partido ¿ no es cierto ?. Y cine, libros y chicas es una excelente combinacion.
Slds,
Te entiendo muy bien, jeje. Yo tampoco puedo ser imparcial con muchas cosas que me gustan, sobre todo con las películas.
Y es cierto que resulta siempre satisfactorio comprobar que, ya entonces (yo la vi con 14 años), sabías valorar una buena peli.
Saludos!
Ay, que nostálgicos os ponéis y cuanta razón tenéis. Recuerdo una película que vi cuando era chico: "El mundo en sus manos", de Raoul Walsh, creo recordar, con unos fantásticos Gregory peck y Anthony Quinn. La pongo como ejemplo porque a lo largo de los años (y la he visto tropecientas veces)sigo sintiendo esa alegría infantil que me desbordó la primera vez que la vi, la emoción, lo trepidante y socarrón de la historia... Nada ha cambiado. Y como bien dice Ente resulta gratificante comprobar que sigues manteniendo ese espíritu que hacía que un film de los años 50 fuese toda una aventura que vivías, vives y vivirás con total intensidad hasta que revientes. Lo mismo con los libros, la música,... Forman parte de nosotros y de nuestra historia particular. Son pequeños trozos de nosotros mismos. Aunque el disco ponga "London Calling", the los clash, para mí siempre será mío. Nos ha jodío.
Por cierto, he visto el trailer del remake y tiene tan mala pinta que Ente, ni se te ocurra verla. Aunque las mozas estén hermosas ellas.
Es que El Mundo En Sus Manos es fabulosa, cagüentodolomalo!!!
Gregory Peck como capitán de barco. La escapada a la Alaska todavía rusa. El puerto de San Francisco.
Diossss. Cuánto me gustan esas pelis también.
Seguimos siendo críos, graciasadiós. A pesar de las canas, las responsabilidades, las frustaciones, los fracasos y los resabios, seguimos siendo críos.
El Mundo En Sus Manos (qué grande!!).
No os ríais... Yo, en el fondo, incluso sigo viendo auténticos clásicos tremendos como Ciudadano Kane, El Tercer Hombre o las pelis en blanco y negro de Kurosawa como cuando las vi por primera vez, con diez, once años.
Y me sigo maravillando igual.
Pero es que cuando veo por primera vez una película, ahora mismo, y me enamoro de ella, me enamoro de la misma forma que lo hacía cuando era un crío. En realidad no se enamora el padre de familia cuarentón, canoso, feo y cansadico que estoy hecho... Sino el crío de doce años que fui. Que sigo siendo.
P.D. Eso de que el London Calling es sólo tuyo, maese Zer, hay que discutirlo...
Es mío, sólo mío. Mío, mío, mío.
Sigo tu blog con devocion y he visto con alegria que esta peli es algo especial para ti; ya que pàra mi tambien. Tengo tu edad y aunque yo la pille tardiamente (en el 2002 por el plus ) me quede colgadisimo de ella , tanto fue el disfrute que experimente al verla. Me parecia casi ofensinvo que semejante pibon filmico quedara en el olvido y comence a hacer copias para mis amigos ( era la version doblada). Como tu dices , es tan british, con ese sentido del suspense sesentero, su sensualidad soterrada y ese aire tan realista y economico de puesta en escena. Easy Rider en bici??? jeje. Resumiendo , me alegro de tu alegria al reencontrarla y que la puedan disfrutar cuantos mas mejor. Un abrazo y gracias es poco por las horas de disfrute que nos proporcionas.
Después de ver el remake estoy reacio a cualquier cosa que lleve este título, pero después de leer tu crítica me has convencido.
A ver que tal.
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