jueves, 27 de enero de 2011

Theatre Of Death (1966) (V.O.S.E.)





sinopsis
En el París de mediados de los 60’s Le Théâtre De La Mort continúa la tradición del Grand Guignol decimonónico con gran éxito. Sus representaciones de horrores y truculencias siguen atrayendo al público, que aplaude a rabiar los montajes del genial e imprevisible Phillippe Darvas.

Esto es una peli de miedo, así que, como pasa siempre en estos casos, comienza a producirse una serie de crímenes singularmente extraños. Todas las víctimas aparecen sin una gota de sangre en las venas; como si hubiesen sufrido el ataque de un vampiro. Un policía que investiga el caso y, al mismo tiempo, frecuenta la compañía de una de las actrices del citado teatro, no puede evitar establecer conexiones entre los asesinatos y el sitio en el que trabaja la chica...




Ficha Técnica
Director: Samuel Gallu / Productora: Pennea Productions Ltd. / Guión: Ellis Kadison, Roger Marshall / Fotografía: Peter Proud / Música: Elisabeth Luytens / Montaje: Barrie Vince / Intérpretes: Christopher Lee, Julian Glover, Lelia Goldoni, Jenny Till, Evelyn Laye, Ivor Dean, Joseph Furst, Betty Woolfe, Leslie Handford, Fraser Kerr, Dilys Watling, Terence Soall, Peter Cleall, Esther Anderson, Steve Plytas / Nacionalidad y año: Reino Unido 1966 / Duración y datos técnicos: 91 min. Color DVDRip V.O. con subts en archivo aparte.



Comentario
Aquí estamos otra vez, mes amis. Volviendo por do solíamos. Uséase, el viejo, agradecido y maravilloso brit-terror de la época dorada. Aquellos esplendorosos años 60’s en los que la cinematografía británica detentaba la hegemonía imperial (Rule Britannia) sobre el género terrorífico. Antes de que los norteamericanos contraatacasen y le arrebatasen el imperium a principios de los 70’s.


Y, en concreto, debemos situarnos en 1966, año en que se realizó esta peli, Theatre Of Death. Una época en la que la Hammer se encontraba en el cénit de su gloria, secundada por sus eternas hermanas menores, la Amicus y la Tigon. Cuando el Swingin’ London marcaba las tendencias musicales, sociales y estéticas y Londres, por ésas y otras razones, volvía a ser el centro del mundo (tal y como lo había sido durante el largo reinado de la reina Victoria, ochenta años antes).

En lo que a la cultura pop se refiere, 1966 es el año de transición por antonomasia. El punto de inflexión entre las antiguas y las viejas formas estéticas, musicales, espirituales. El momento culminante del pop sesentero, los flequillos y la frescura ingenua, maravillosa y adolescente del rock’n’roll y el pop primigenios... pero también, en cierto modo, su final. Y, en consecuencia, el inicio de algo diferente. Por así decirlo, la entrada en la edad adulta de la música. La invención de la psicodelia, la adopción de nuevas formas, nuevos sonidos, nuevas estéticas e imágenes.

Bueh… Pues de alguna forma también pasa algo parecido en el cine de terror, mes amis. Aunque sea forzar los paralelismos, a mí me parece que 1966 supone un punto de inflexión. Es el año en que el viejo y maravilloso Gótico Italiano se despide con algunas de sus obras cumbre (Operazione Paura, Un Angelo Per Satana). A partir de entonces, el Giallo tomará el relevo y los antiguos castillos, los corredores oscuros, los cementerios cuajados de niebla y los ambientes decimonónicos darán paso a asesinos más o menos psicópatas con una refinada sensibilidad estética y un gusto muy pronunciado por la truculencia. En USA se prepara el contraataque, ya que Polanski está rodando Rosemary’s Baby (que se estrenará al año siguiente) y acaba de terminar su particular homenaje al brit-terror: El Baile De Los Vampiros. Corman y la AIP han dado carpetazo al ciclo Poe-Price y pasan a ocuparse de otras cosas, otros miedos. Se inicia la reivindicación y popularización de Lovecraft a un nivel casi de icono pop. En la propia Gran Bretaña, productoras como la AMICUS y la TIGON (a las que siempre caracterizamos como seguidistas de su hermana mayor, la Hammer) obvian casi por completo los elementos góticos para narrar historias de terror ambientadas en la más evidente modernidad.

No toméis mis palabras al pie de la letra… Es evidente que el género gótico todavía dio juego. La propia Hammer siguió frecuentándolo casi hasta su último momento, a mediados de los 70’s. La aparición de la Tyburn en 1973 fue un intento de revitalización que, desgraciadamente, no tuvo éxito; pero que hay que valorar. En España comenzó la edad dorada del Fantaterror (a partir de 1967-68) en el que no faltaron, en absoluto, las inmersiones en el goticismo más desaforado (de alguna forma fue España la última reserva espiritual –jejeje- de lo gótico). La propia Alemania alumbró una de las obras cumbres del género (cinematográficamente hablando) justo al año siguiente: El Tormento De Las 13 Doncellas. Incluso en Italia hubo ejemplos tardíos y más o menos aislados.

Pero a mí (es una opinión) me parece evidente que a partir de 1965-67 el gótico da paso a nuevos lenguajes en el terror. Y no es que antes no hubiesen existido… Pero es a mediados de los 60’s cuando la balanza se inclina definitivamente a favor de las ambientaciones modernas, los terrores no sobrenaturales, los psycho-killers, el diabolismo explícito y los nuevos monstruos (estrictamente) humanos. Con permiso de George A. Romero y sus hordas zombificadas, of course…

Pues bien… Es en 1966 cuando se estrena Theatre Of Death. Una película arquetípica del brit-terror pero, al mismo tiempo, con un toque bastante original. Y, sobra decirlo, perfectamente válida para justificar todo lo que he expuesto antes.

Protagonizada por el mismísimo Christopher Lee (bueh… lo de protagonizada es un decir… En realidad hace de secundario de lujo, como casi siempre), sólo por eso merecería la pena. Pero, además, tiene sus virtudes y peculiaridades propias. Ambientada en un París moderno y contemporáneo (de 1966) a primera vista no parece deber nada a goticismos ni gaitas. De hecho, sería como una hija tardía de esa corriente del brit-terror que he nombrado alguna vez y que está más emparentada con las Penny Dreadfulls que con las Ghost-Stories victorianas. Ya sabéis a lo que me refiero… ¿No os recuerda el argumento a pelis como Horrors Of Black Museum o Circus Of Horrors). Pero cuidado, porque aquí la cosa no está tan clara.

Para empezar, las referencias a las Penny Dreadfulls son tan explícitas, tan evidentes, que casi resultan desarmantes. Todo eso del Teatro De La Muerte y la tradición grandguinolesca francesa es definitivo. Un guiño evidente. Y tanto… No hay alusiones ni gaitas. La cosa está clara.

Pero, al mismo tiempo, no hay truculencia alguna. En eso se aleja de las (maravillosas) burradicas de finales de los 50’s y principios de los 60’s. La peli es elegantona y cruel, pero nunca tremendista. Se juega con el tema del vampirismo y, lo que es más, mantiene un pie en el viejo gótico y otro en la modernidad yeyé. Incluso hay una especie de homenajes implícitos a películas italianas (La Maschera Del Demonio, comohaydiós. Cosas así) en las propias representaciones teatrales. Todo eso del cine dentro del cine, pero de otra forma.

En 1966 todo estaba codificado. No había ya lugar para la ingenuidad ni lo naíf. Si se quería jugar había que aceptar las reglas. O, mejor dicho, jugar con ellas. Darles la vuelta.

Y la película lo sabe. Entra en la partida y sale airosa. Empezando, sobre todo, por la fotografía, maravillosa, oscura, llena de luces y sombras. Como una especie de reinterpretación (humilde, sin pretensiones, casi de andar por casa) del expresionismo. Y siguiendo por los continuos guiños y referencias al género, tanto a través de las escenas “teatrales” (que, ya digo, lo mismo evocan al gótico italiano que juegan a homenajear a la propia Hammer) como de otros efectos (ese momento en que Phillippe Darvas/Christopher Lee proyecta imágenes en blanco y negro en las que salen vampiras y viejas fotos de Lon Chaney).

La película, es evidente, me parece una delicia. Una joyica perdida y olvidada que merece una urgentísima reivindicación. Un ejemplo del brit-terror de mediados de los 60’s que ejemplifica la época y que sirve de puente entre las viejas y las nuevas formas. Una pequeña maravilla sin pretensiones que da sopas con honda a cualquier sosada de ahora mismo y que vale su peso en oro. Todo en ella es encantador. El color, las luces, las sombras, la demora narrativa, la presencia de sir Christopher Lee, el flequillo de las mozas, la corbata negra y estrecha del policía francés, el baile final de la bailarina mulata. Y ese empleo de una fotografía oscura, tenebrosa, que le da un aire curiosamente moderno.

Polanski había estrenado El Baile De Los Vampiros y había dejado claro que el buen y viejo neogótico británico llegaba a su fin (la comedia polanskiana funcionó, en cierto modo, con respecto al género clásico de vampiros de la misma forma que –salvando las distancias- el Quijote con respecto a las novelas de caballería casi cuatrocientos años antes… Certificando su defunción mediante una parodia genial) . Carnaby Street era el centro del mundo, igual que Trafalgar Square lo había sido setenta años antes. La delgada línea roja se batía en retirada (sin cejar, sin ceder, sin perder. Órdenes de la superioridad) en Adén y en los desiertos de Omán. Los Beatles se dibujaban en blanco y negro en la portada del Revolver. Los Hollies esperaban el autobús, bajo la lluvia. Syd Barret cantaba extrañas e hipnóticas canciones sobre gnomos, bicicletas y viajes interestelares desde el escenario de la UFO, envuelto en luces de colores. La psicodelia llamaba a la puerta.

Pero el brit-terror seguía allí, aguantando el temporal. Jugando el viejo juego, dejando claras sus referencias. Orgulloso, austero, entrañable. Fiel a sí mismo pero más abierto a las nuevas tendencias de lo que, a priori, podría parecer. Siempre culto, elegante, receptivo… Pero también lúcido, consciente. Sabedor, tal vez, del poco tiempo que le quedaba antes de ceder la hegemonía y decidido a hacer las cosas bien hasta el último momento.

Los subtítulos son obra de un amigo llamado Arch Stanton, realizados ex novo, además (lo que es muy costoso). Y a fe mía que son excelentes, bastante mejores que los que suelo hacer yo. A ver si la cosa sigue y mantenemos la sociedad (En realidad, esta peli la hemos posteado a medias los dos. Uséase, que el mérito, si es que lo hay, está repartido, ejem).

Yo, la verdad, cada día estoy más viejo y más tonto. Así que este tipo de colaboraciones van a ser más frecuentes cada día (si los colaboradores se dejan, ejem…).

El ripeo proviene de un DVD del que no tengo muy claro si es británico, americano o italiano (pues al menos existen esas tres ediciones). En cualquier caso, la calidad de imagen es excelente. Subimos la película en dos servidores, Megaupload y Mediafire. Además, he de hacer notar que la versión subida a este último (Mediafire) incluye audio doblado al español (se trata de un doblaje latinoamericano bastante bueno. Hecho en la época). La de Megaupload no. Es sólo en inglés.

Pues eso. Que voacés disfruten la peli tanto como lo hemos hecho nosotros.




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4 comentarios:

Puppengräber dijo...

Muy buen film de vampirismo que se aleja de lo que era convencional por aquellos años. Muy correctas las interpretaciones y un argumento más que interesante.

Anónimo dijo...

http://classicscifi.blogspot.com/

una ayudita

Dr.Fassbender dijo...

Justo acabo de terminar de ver esta maravilla maese, y aún ando algo impresionado, así que disculpe la impetú y tal. Pues que decirle, magnífica. Y su descripción, para un neófito en estos lares como yo, acertadísima y enriquecedora. Si me permite el atrevimiento y como la cabra tira al monte; los juegos de cámara me han parecido sublimes. Con una querencia nuevaolera del copón, los planos subjetivos, casi vouyerísticos (sin el casi), hitchcockianos (telita con el adjetivo)... La escena de la pitonisa es buenérrima. Yo tardé un par de vistazos en caer en el encuadre de la cámara. Y luego, ese amic C., ese cruce entre Stalivnasky y Freud. Me ha encantado, de verdad. Gracias por subir estas joyas.

Un abrazo,

j.

P.D. Releo y parezco un formalista de asustar... Ni mucho menos. Pero es que el resto ya lo ha dicho usté. Y muy bien.

Anónimo dijo...

Por favor, se podrá re-subir ya que los enlaces no funcionan.

Muchas Gracias